El Aluminio es el tercer elemento más presente en la corteza terrestre, junto al oxigeno y el silicio.
Se encuentra de forma natural en aguas y tierras continentales.
En humanos la principal vía de exposición a este material es la alimentaria.
Está presente de forma natural en los alimentos, se puede adicionar en forma de aditivo o se puede incorporar a través de utensilios de cocina o materiales de envasado.
Es un metal que conduce muy bien el calor por lo que es muy eficiente enérgicamente para preparación y servicio de alimentos tanto fríos como calientes.
Es muy ligero por lo que se reducen costes de transporte y lo hace muy apropiado para el envasado donde el peso es importante. Se usa el aluminio en muchos tipos de envases, solo o con otros materiales debido a su efecto barrera, manteniendo el contenido libre de microorganismos, aire y luz, ayudando así a su conservación.
Los botes de bebidas y las latas de alimentos de aluminio tienen una laca interior protectora para prolongar la vida útil de almacenamiento. Así se garantiza que los ácidos y sales del contenido (bebidas y alimentos) no entran en contacto nunca con el metal.
En condiciones normales las migraciones de sales de aluminio a los alimentos es muy pequeña, viéndose acentuado en alimentos ácidos o muy salados. Es quiere decir que OJO con estos tipos de alimentos que en contacto con el Aluminio (papel, envases o utensilios de cocina) desprende más metal que podemos ingerir.
Según un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) realizado en 2008, un alimento en contacto con papel o recipientes de aluminio contribuye al aporte de este mineral, esta migración depende, sobre todo, de aspectos como la temperatura y el tiempo de calentamiento (cocción), la composición y el pH del alimento (acidez) y la presencia de sal y otros iones.
Según un informe del Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), la exposición al aluminio es de 0,16 mg/kg/día si la presencia es natural en los alimentos y de 0,1 mig/kg/día, en el caso de los materiales en contacto con alimentos.
El objetivo de la EFSA es que no se supere la ingesta tolerable de aluminio, establecido en 1 mg/kg de peso corporal por semana.
La EFSA estimó en 2008 que la biodisponibilidad de aluminio en humanos era baja, del 0,1% en alimentos y del 0,3% en agua de consumo. Se calcula que la carga total de aluminio en el cuerpo humano oscila entre 30 mg y 50 mg por cada kg de peso corporal.
El estudio estima que se absorbe menos de un 1% del aluminio ingerido y representa un 0,01% en relación con los otros constituyentes presentes en el global de la ingesta diaria de alimentos
La Comisión Europea a través del REGLAMENTO (UE) N o 380/2012 por el que se modifica el anexo II del Reglamento (CE) n o 1333/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que se refiere a las condiciones de utilización y los niveles de utilización de aditivos alimentarios que contienen aluminio ha redactado nuevas condiciones de uso y niveles de los aditivos alimentarios que contienen aluminio. Este reglamento es de obligado cumplimiento a partir del 1 de febrero de 2013.
Mi conclusión:
A pesar que las migraciones de aluminio procedentes de los papeles de aluminio y utensilios son muy pequeñas deberíamos restringir su uso, buscando si es posible otros materiales, evitando usarlos con alimentos ácidos o muy salados.
Si usamos el papel que sea en alimentos poco ácidos.
Los expertos mantienen en vigor el estudio realizado en 2008 y aseguran que el aluminio no conlleva riesgo de efectos secundarios.
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9 Responses
En casa nosotros aplicamos la misma regla a las ollas y sartenes. No sé si es llevarlo demasiado lejos, pero al final hemos vuelto al hierro (anemia no tenemos ninguno!) y a las cazuelas de barro.
muy interesante, Carlos!
yo utilizo poco el aluminio,lo justo para envolver algun bocadillo y siempre le pongo una servilleta de papel para que no esté en contacto directo.
la verdad,es que es cómodo para algunas cosas,pero muy contaminante,
en los colegios suelen recomendar que no se lleven los bocatas envueltos en papel de aluminio
bss
Muchas gracias por tomarte la molestia y escribir esta entrada, es muy interesante.
Yo también he dudado en muchas ocasiones en emplearlo, pero como tu bien dices, hay papeles para cada cosa, verdad?
Un abrazo Carlos.
Por supuesto yo no utilizo el papel aluminio ni tampoco el film, las tarteras de toda la vida son mas practicas y sobre todo no genera basura para reciclar
Yo soy de las que desterré el uso del aluminio en mi cocina y hace años que no entra un rollo de aluminio en mi cocina. Sobretodo por todo lo que expones en tu entrada pero también porqué es un material altamente contaminante y porqué para poderlo reciclar se necesita mucha energía.
Hasta pronto!
Blanca
http://acalablanca.blogspot.com.es/
Yo prefiero envasar em frio cuando lo hago con aluminio. y en la medida de lo posible, qué no haya contacto directo con el alimento.
Es que el film me da como "asquito" no sé. por cierto, alguna recomendación tuya para envasar?
Yo utilizo mucho las bolsas zip, mantiene mejor los alimentos que el film, que al congelar puede quemar, por ejemplo la carne.
Muy interesante ésta entrada. Yo uso papel de aluminio para envasar prácticamente todo tipo de alimentos.
Besos
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