Después de daros el pequeño (o gran) rollo de introducción sobre los íberos, aquí podréis ver lo que nos dieron de comer en el Restaurante Martino, situado en el campo de Elche.
Esta vez  La Sociedad Gastronómica La Calendureta había proporcionado al restaurante un listado con los alimentos que se consumían en aquella época y las posibles formas de elaboración. A partir de estos datos esté fue el  menú íbero resultante.

La idea de estas comidas es la promoción del Camp d’Elx (Campo de Elche) desde la gastronomía y la cultura de esta tierra, todo entorno a la dieta mediterránea.
Desde este recorrido histórico-gastronómico promocionan su localidad y su entorno. El objetivo es que los restaurantes donde se celebran los encuentros de La Calendureta vendan dichos menús al público, serán explicados y comentados.

Como podéis ver en la imagen el menú era pequeñito, ahora veréis la cantidad de platos que degustamos, a cual más delicioso.

Empezamos con los entrantes,

La crema de lentejas con jamón una suavidad maravillosa, el paté de aceitunas con capellán delicioso era como dar un mordisco a un olivo, sencillo y delicioso. Lo que más me gustó fue la anguila frita, nunca había probado este pescado, suave, meloso y de gran sabor, pescado en el hondo de Elche. La ensalada con productos característicos  de aquella época salazones (bacon), dátiles  higos secos, pasas, queso de cabra, frutos secos y verduras.

Continuamos con los platos principales, si son platos ya que eran cuatro.

Como ya comentamos, los íberos de esta zona tenían acceso al pescado, consumían conejo, [Spania viene de la palabra span (conejo) por lo que Spania es tierra de conejos], y criaban cabras y ovejas.
Dorada a la sal con guarnición de cardo y camarrojas (es una verdura silvestre parecida en sabor a la acelga pero más amarga, otra cosa que no había degustado nunca, me gustó mucho, su nombre científico es Cichorium intybus, es un tipo de achicoria), este fue el plato que más me gustó de los principales, no solo por la novedad sino también por su delicadeza y sabor.
Conejo a la brasa, el cual habían dejado marinar durante 24 horas en hierbas aromáticas para darle jugosidad.
Guiso de cordero y chuletillas de cabrito.


Acabamos con los postres, de los cuales solo se hacia algo parecido en aquella época la leche frita con miel y pimienta.

Todo esto regado con los vinos de la bodega del campo de Elche, Bodegas Faelo.


Aquí podéis ver unas imágenes de los asistentes, al final os dejo los enlaces de las cuentas de Twitter de algunos de los comensales y el hashtag (etiqueta de twitter) que usamos en los encuentros.

@visitelche

Pasad buen resto de semana..