Este restaurante francés me lo habían recomendado, entre en Internet y leí criticas muy positivas así que reservé para ir a comer el Domingo.
El Jabalí, está situado en la Avda. de Alicante 38 en San Juan de Alicante, en una antigua casa de las de toda la vida, cuenta con un gran jardín en el que se puede comer y parking.. Abrió sus puertas en 1972.
Como hacía buen tiempo nos pusieron en el jardín, estábamos prácticamente solos 4 mesas y nosotros, así que la tranquilidad era máxima.
Decidimos probar el menú degustación, pensamos que así podríamos probar un poco de todo y hacernos un idea general de la cocina.
Consista en :
Decorado con un montoncito de lechuga juliana, no os parece original? |
Estaban los dos platos buenos pero la decoración y la presentación de los platos dejaban que desear, con lo que habían tardado en servirlos ya podían estar mejor presentados. La crema de mango junto con el saquito de salomón conjugaban muy bien.
Se llevaban los platos con los montoncitos de lechuga….
Tras otros 20 minutos de espera trajeron los siguientes: era turno de las natas, Vol au vent de pollo con nata y champiñones y Crêpe rellena de bechamel, jamón, champiñones y queso
Has visto que se esconde tras el Vol au vent? |
De nuevo la presentación triste de los platos, estos no nos llamaron la atención por su sabor estaban comibles y punto.
Tras volverse a llevar los montoncitos de lechuga, solo nos quedaban los pinchos, entonces tuvimos que esperar otros 15 ó 20 minutos, menos mal que quedaba alguna oliva y vino (pedimos un Protos Roble, nunca falla).
Por fin llegaron los pinchos, cuando vimos los platos se nos calló el alma al suelo no podía faltar esa lechuguita, y todos comentábamos lo mismo, «este restaurante se quedo estancado en los años 70-80»
Los pinchos de sabor estaban ricos, bueno el de pato un poco seco, pero al juntarlo con el melocotón ganaba esa jugosidad perdida en la plancha, por exceso de cocción.
Como podéis ver la presentación de los platos deja mucho que desear, y ninguno de los platos nos conmovió especialmente, hasta que llegaron los postres, la tarta de manzana es una auténtica delicia y los crêrpes estaban rellenos de chocolate amargo, cosa que nos gustó mucho.
echamos en falta esa lechuguita……
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El precio del menú son 25 €.
Servicio. Lento pero amables
Comida: Normal sin complicaciones
Local: Tranquilo y limpio.
Precio: Adecuado.