He vuelto a viajar al pasado, si, si, no me he vuelto loco, ni he inventado la maquina del tiempo. La Sociedad Gastronómica La Calendureta, me volvió a invitar a uno de sus encuentros de retrospectiva a la forma de alimentación de épocas pasadas. Esta vez tenían preparado un menú basado en productos y formas de elaboración de los siglos VII a.c al I a.c., es decir de los íberos.
Para seros sinceros gracias a esta iniciativa conozco un poco más a estos pueblos, ya que además de lo que nos explicaron en la comida expertos en la materia, como los representantes del parque arqueológico de la antigua ciudad de Ilici (Fundación de investigación arqueológica La Alcudia) o de una sociedad histórico artística como es Pobladores de Elche, os recomiendo que paséis por sus webs. Además he investigado un poco.
Los íberos eran un conjunto de pueblos independientes de la península con un a cultura avanzada.
Fueron apareciendo a partir del siglo VII a.c. por el contacto de pueblos indígenas que vivían en la zona sur y en la zona mediterránea de la península con comerciantes fenicios (libaneses actuales) pobladores griegos y cartagineses ó púnicos (de la ciudad fenicia Cartago que se encontraba cerca de la actual Túnez).
Grandes luchadores crearon gran admiración entre culturas vecinas, permanecían peleando hasta el termino de la batalla, Vencer o Morir era su lema.
Alcanzaron su máximo apogeo en los siglos V y IV a.c.
En el año 218 a.c. los ejércitos romanos desembarcaron en Emporion (Ampurias) con el objetivo de aislar al ejercito de Anibal barqa, general cartaginés que atravesando los Alpes se estaba acercando peligrosamente a Roma. La cultura íbera fue engullida por la romanización en el siglo I a.c
El pueblo ibérico vivía en casas de 35-45 m2 con un único espacio rectangular donde dormían cocinaban, almacenaban, es decir hacían todas las tareas. Estaban hechas de adobe (tierra, arena, agua y paja cocidos al sol), sin ventanas por lo que se ventilaban solo por la puerta de entrada. En el centro se situaba «el fuego«, que no era tal sino unas brasas ya que al no tener ventilación era lo más adecuado para evitar humos, con el cocinaban y calentaban la estancia. Los más ricos podían tener un banco adosado a la pared o estanterías donde guardaban las piezas de cerámica (vajilla para cocinar).
Su alimentación estaba basada en el consumo de pescado, conejo, cabras u ovejas, como fuentes de proteína casi siempre en salazones para que en sus pastoreos, batallas o viajes largos se conservase mejor, hacían una especie de cecina que al viajar colocaban bajo la silla del caballo, para aumentar su vida útil, esto era debido a las sales del sudor del equino.
Disponían de molinos de mano para convertir el grano en harina.
Gracias el ensayo-error, consiguieron hacer quesos tipo requesón, metían la leche en barriles y los hacían rodar hasta conseguir mantequilla.
Mucha de la información la he sacado de la obra social la Caixa.
Continuará, para no hacerlo muy largo el post, he decido partirlo en dos, así no os aburareis.
6 Responses
Los cerretanos eran famosos entre los romanos por sus jamones. Ya en época íbera eran famosos los jamones de Iberia. El cerdo se consumía en toda la península desde la edad del bronce.
Saludos
Que post màs interesante èste que has publicado, èsta lecciòn de historia ha servido para traer a la mente conceptos que habia ya olvidado,ojala otros blogs pudieran hacer lo mismo ya que es importante conocer nuestros origenes.Optimo post
Mil gracias por tu comentario.
pero no pone que comian
Perfecto que nos des un bañito de historia, a mi estas cosas me apasionan.
Me encanta la iniciativa, lo he dicho ya 1000 veces, ya lo sé.
B7ssss, me quedo esperando la 2ª y la 3ª parte, si hace falta.
Espero que solo hagan falta 2, si no que pesadez de íberos jeje 😉
besos
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